martes, 26 de noviembre de 2013

La cinta que vino "Despues de Despues de Lucia"


La vulnerabilidad de las personas en situación de calle no es un tema que debe tocarse a la ligera, desgraciadamente en el ámbito cinematográfico hemos visto el tema toca de maneras tan superficiales, como llenas de lugares comunes, es por este que esta semana voy a hablar de una cinta, del cual la mención de su director ya es en sí un sinónimo de calidad y crudeza.

 Me refiero a la más reciente cinta de Michel Franco, exacto el mismo de las películas “Daniel y Ana” y la ya famosa “Después de Lucia”; en esta ocasión el cineasta retoma un guion de su propia hermana, la cual presume de haber realizado una investigación seria previa al filme con ayuda de la fundación mexicana Casa Alianza, la cual asiste a niños y adolescentes en situación de calle.

La película relata la historia de Omar, un niño de once años que necesita un trasplante de retinas. Su madre, una educadora de adolescentes con abandono social, busca desesperadamente salvar los ojos de su hijo, para lo cual involucrará a Benjamín, un joven de la calle que se verá envuelto en la problemática familiar.

Es decir; que el tema central de la cinta es el tráfico de órganos que afecta de manera directa a personas en situación de calle, un tema que yo por lo menos, nunca me había plateado, pero que sin duda dejo muchas reflexiones al respecto y que espero a ustedes también.

Una cinta que no desmiente su origen, pues denota el estilo que ya es característico del director, donde a través de un retrato crudo y cercano a la realidad se denuncia un tema tan fuerte y polémico. Recomendable como sus otras cintas tanto para concientizar, como para mover fibras en el espectador sin pecar de moralinos ni tampoco tomar postura.

Un negro perdido en la casa blanca


Esta vez quiero hablar de una película que en lo personal me conmovió. Sobre todo por las grandes críticas que se hacen a la explotación de las personas desde su infancia, y en específico a las personas de color.

La cinta a la cual me refiero y que les recomiendo ampliamente es “El mayordomo de la casa blanca”, una cinta estadounidense que actualmente se encuentra en los cines de nuestro país y que por darle un simil conocido, es lo que yo llamaría la perspectiva racista de “forest Gump”.

Y esto lo menciono por que al igual que en Forrest Gump, la cinta solo toma como pretexto la vida de un individuo para mostrar el crudo contexto en el cual se desenvolvió su vida, aunque la gran diferencia es que este filme está basado en una historia real.

Todo comienza cuando el protagonista es niño y trabaja, como la mayoría de niños de color en esa época; en un plantío de algodón en el sur de Estados Unidos, para su desgracia él tiene que aprender desde muy pequeño el lugar que ocupaban en ese entonces la gente de su misma raza, es decir; como esclavos, víctimas de las más crueles vejaciones y maltratos.

Es así como al quedar huérfano desde pequeño debido al asesinato de su padre y la locura de su madre, que se convierte en el protegido de la dueña de la hacienda donde trabaja, siendo adoptado como un “negro de casa”, término empleado en ese entonces para los esclavos utilizados como servidumbre.

La idea de la cinta es ver cómo este hombre llega a formar parte de los trabajadores de la casa blanca como uno de los más leales y serviciales mayordomos.

La cuestión es que durante su estancia en este lugar no solo es testigo de los más importantes cambios sobre las políticas gubernamentales acerca de la gente de la misma raza, sino que además debe luchar contra su propio hijo, que al ser un idealista se contrapone fuertemente al gobierno logrando ser encarcelado y golpeado en varias ocasiones.

En fin no quiero develar mucho de la historia, solo imaginen los conflictos de una persona que es testigo de cómo el gobierno quiere por una parte otorgarle más derechos a los ciudadanos de color y por otra parte busca castigar a los grupos radicales como las panteras negras, a la cual por supuesto pertenece su hijo.

Sin duda una gran cinta que no deben perderse y que les hará derramar lágrimas a más de uno.